FOPEA inició su experiencia en este campo en 2009 y se constituyó como una experiencia inédita en la Argentina al comprobar que se pueden realizar investigaciones relevantes en forma independiente y por fuera de los medios tradicionales, apostando al periodismo sin fines de lucro.
FOPEA y su Unidad de Investigaciones Periodísticas son parte de The Global Investigative Journalism Network.
Con el compromiso de promover esta especialidad del género periodístico en 2014 se lanzó el Premio FOPEA al Periodismo de Investigación que aspira a estimular la práctica del periodismo de investigación por medio de la búsqueda de datos rigurosa, la consulta a multiplicidad de fuentes y el chequeo exhaustivo del material obtenido para lograr la información más precisa posible.

2 junio 2021
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Trolls, bots y megamilitantes: Así alteran la conversación en las redes

En el contexto de la pandemia por el COVID-19, FOPEA hizo un estudio para el proyecto 100 Por Cierto*, con la finalidad de entender si trolls, bots, militantes e influencers alteran la conversación pública, y nos realizamos algunas preguntas: 

  • ¿Existe circulación de desinformación en Twitter referida a la pandemia COVID-19 en la Argentina?
  • ¿Es posible verificar qué cuentas son las que divulgan estos contenidos?
  • ¿Es posible encontrar patrones de comportamiento que puedan ser interpretados como signos de intencionalidad?

Desde FOPEA, junto al equipo del Observatorio de Redes, diseñamos un proceso de captura de contenidos a través de la API de Twitter con el foco  puesto en los usuarios y la emisión. No buscamos comprender los circuitos de circulación de los contenidos, sino conocer a sus emisores con el fin de intentar definir modelos de usuarios e intentar comprender si su comportamiento tiene intenciones perceptibles de desinformar.

El estudio nos permitió identificar una nueva categoría de usuarios que dimos en llamar: megamilitantes, que tienen un comportamiento que indica una combinación de características atribuibles tanto a bots como a trolls. En muchos casos son dañinos para la conversación pública, pero constituyen una nueva categoría de usuario con patrones y prácticas propias.

En el video a continuación, Juan Belbis (Director del Observatorio de Redes) explica los puntos y conceptos clave de esta investigación.

 

 

 

*100 Por Cierto es un plan a largo plazo que releva el fenómeno de la desinformación en la Argentina y construye herramientas para enfrentarlo. El proyecto es cofinanciado por la Unión Europea y es desarrollado por el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) y Thomson Media. Conocé más en: 100porcierto.com

22 enero 2021
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Así nos informamos los argentinos

En nuestro proyecto 100 Por Cierto realizamos un estudio cualitativo sobre los hábitos de información de los usuarios digitales y su vínculo con las noticias falsas.

Con el objetivo de contribuir con la mejora de las prácticas de los periodistas y de los medios de comunicación en relación a la producción de sus contenidos, y de empoderar a los ciudadanos con más elementos de juicio y mayores incentivos para ejercer, en las mejores condiciones posibles, sus derechos de opinar y decidir sobre temas públicos, el Foro de Periodismo Argentino (Fopea) y Thomson Media, llevaron a cabo un estudio cualitativo a usuarios digitales de las principales ciudades del país.

El trabajo demuestra que los argentinos desarrollan una estrategia y una rutina diaria a la hora de informarse conservando un mix equilibrado entre los nuevos soportes y lo tradicionales medios de comunicación.

“Estar informado” es considerado clave para “formar parte” (de la comunidad, del grupo de amigos, de la familia). No estar actualizado significa quedar afuera. La información como intercambio y driver de vínculo requiere de su clasificación, ordenamiento y un punto de vista. 

La desinformación o la transmisión de noticias falsas genera incomodidad. No resulta irrelevante aceptar o circular información que carezca total o parcialmente de veracidad ya que interrumpe la lógica de la vinculación. La confianza queda depositada en la estrategia que cada uno define para identificar lo verdadero. Aquello que despierta confianza es subjetivo. 

Cada entrevistado construye su propio tablero de control para identificar la fuente de información que legitime aquello que adopta como “real”. Al no poder confirmar si el periodista o el medio transmite algo veraz o no, se deposita confianza o desconfianza de acuerdo tanto a datos incluidos en la información, como a actitudes, comportamiento, estilos, modos de hablar que se acercan o alejan de lo considerado correcto o adecuado en cada caso. 

Entre los jóvenes no existió exposición o socialización de aquello considerado confiable. Nadie o ninguna empresa registró el suficiente peso para sortear la barrera del pudor social. Entre los adultos fue más fácil intercambiar nombres propios. 

Para los nativos digitales, la detección de una información falsa surge como algo natural. Las respuestas y actitudes vinculadas a la información conducen a la necesidad de no encontrarse desprevenido frente a las noticias falsas o a los intentos de provocar desinformación.

Sin embargo, no queda muy claro quién se beneficia de las noticias falsas y son admitidas como una consecuencia natural del volumen de personas que puede opinar en redes. Los entrevistados las asocian al interés político de destruir una imagen, y comercial, de tráfico. 

El proceso dominante para despejar dudas consiste en poner el tema bajo sospecha, en el buscador y ver si aparece y cómo, en sitios de información tradicionales. 

Pueden acceder al informe completo en este link

17 julio 2017
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Publicidad oficial en la mira

El gobierno del presidente Mauricio Macri dispuso en 2016 de al menos $ 389 millones en publicidad oficial que violaría la Ley de Ética Pública, según esta investigación realizada en conjunto con la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) y luego de la denuncia realizada por Ciudadanos Libres por la Calidad Institucional ante la Oficina Anticorrupción (OA). Esto equivale a casi el 16% de los $ 2.439,6 millones que el gobierno invirtió en total en pauta oficial durante el año pasado.

6 abril 2017
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¿Quién controla al juego?

En los casinos, los bingos y las loterías de la Argentina se apuestan millones de pesos diariamente. Un negocio que hasta los ’90 fue dominado, principalmente, por el Estado y que se extendió luego rápidamente por todo el país, de la mano de privados. Hoy, la regulación del sector está a cargo de cada provincia, que establece las leyes que fiscalizan el juego. En el presente informe, se explica por qué son necesarios más controles para evitar operaciones de lavado de dinero, defraudaciones al fisco y a los apostadores.